La superficie de interés fue de aproximadamente 2 ha, dentro de las cuales además, se establecieron 3 parcelas en las que se evaluó y registró el comportamiento del fuego para este tipo de ambientes.
Para ello a su vez, días previos se realizó un muestreo de los combustibles vegetales (cuantificando la carga y su estado de humedad) y se hizo un seguimiento de las variables meteorológicas, a partir de lo cual fue posible determinar la fecha en que la quema se llevaría a cabo, previendo las condiciones pronosticadas más favorables para esta tarea, lo que se conoce como "ventana de prescripción".
Es a partir de trabajos como estos, donde se da la concreción de distintos objetivos: aplicar medidas de presupresión con miras al inicio de temporada de incendios; entrenar y mejorar la capacidad de respuesta de nuestros combatientes; y recabar información que nos permita conocer más del ambiente que nos toca proteger.